Campamento en desigualdad

Durante el mes de Julio se llevó a cabo en Andalucía un campamento para niños, pero se ve que no para todos de la misma forma,  ya que a un pequeño de 7 años con síndrome de Down le ataron 2 veces a una silla, la 1 vez ocurrió el día 27 en el centro de ocio de Retamar el Toyo el cual organizaba el campamento con diversas actividades lúdicas y deportivas para entretener así a los menores mientras sus padres trabajan en las mañanas.

Pero ese día cuando fue a buscar al niño su padre Jesús S.E.O. se le encontró atado a una silla, aunque le impacto no le dio importancia ya que vio como al verle la niña con la que jugaba le desato, por lo que pensó que simplemente se trataba de un juego, aunque estaba atado con cinta americana en las manos, la cintura y los pies, pero al día siguiente el 28 su sorpresa fue mayor cuando volvió a por él y de nuevo le encontró en la misma situación pero esta vez apartado del grupo y con un monitor que solo se dedicaba a mirar al niño de mala manera, aunque al verle llegar el monitor cambio la cara y le explico que le ataban debido a que era un niño que no paraba y era la forma que tenían en el campamento de hacerle entender que debía de calmarse y  estarse quieto, explicación que confirmo el dueño de la empresa y responsable máximo del bienestar de los niños.

Jesús con dicha teoría no sabía que decir, aunque sí que se le paso por la cabeza de todo, pero decidió tener más educación que ellos, darse media vuelta e irse con el niño, ya en casa le contó lo sucedido a su mujer, y ambos decidieron  dejar de llevar al niño allí aunque solo quedaba ya un día de campamento.

Por supuesto que no se quedaron callados ya que en cuando les fue posible fueron a denunciar los hechos ocurridos que son considerados de humillación a los juzgados de instrucción número 6 de Sevilla, con la esperanza de que ningún niño tenga que pasar por lo que paso su hijo y ellos como padres al verlo.

Para acabar Jesús señalo que aunque el niño tenga un retraso madurativo provocado por el síndrome Down llevaba 2 años yendo a las actividades de ese campamento sin problemas hasta este año, pero como tiene problemas de comunicación no se le puede preguntar qué ha ocurrido ya que no contesta a nada, pero su mujer y él son los que están hechos polvo con la situación y con la idea de pensar en los días que se lo habrán hecho más veces pero ellos no lo han visto, y ¿si habrá habido algún trato indignante más hacia el niño?, y lamentan que la empresa no se haya puesto en contacto con ellos para aclarar la situación, ni siquiera después de interponer la denuncia.