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La conizacion es una cirugía que se emplea para diagnosticar lesiones del cuello del útero y tratarlas, normalmente se emplea esta técnica cuando a una mujer se le ha diagnosticado una lesión precancerosa debido a una infección persistente como el virus del papiloma humano, y en la cual se extirpa una displasia cervical en forma de cubo que de no ser así podría acabar siendo un cáncer de cuello de útero.
Esta cirugía se lleva a cabo con anestesia local, lo que hace que sea un procedimiento indoloro, aunque después sí que se puede sentir pequeñas molestias debido al uso en la operación del separador vaginal (Especulo), después de ser extirpada la porción del cuello del útero indicada, se manda a estudio de biopsia.
Se realiza después de haber realizado a la paciente otras pruebas como una citología y una colposcopia que revelasen que hay una lesión importante que tratar, ya que si se deja sin darle importancia en unos meses seguramente sería una enfermedad mucho más grave.
La mayoría de las displasias son debido al virus del papiloma humano y se clasifican según su evolución, pudiendo distinguirse entre:
Displasias ligeras son de grado bajo y sin necesidad de ser tratadas
Displasias moderadas y severas suelen ser de grado alto, con lesión precancerosa y necesitan ser tratadas.
La neoplasia intraepiretal cervical, displasia o sil, siempre tiene el mismo significado y es la presencia de células anormales o cancerígenas en la superficie de la piel del cuello uterino, de tal forma que sometiéndose a un tratamiento de raspado o extracción de esa piel se destruye la neoplasia, que puede ser de grado bajo que suele ser darse en las displasia ligeras, y de alto grado en las moderadas o severas, llegando incluso a un carcinoma.
La recuperación después de la cirugía es muy llevadera y poco doloroso, ya que el cuello uterino tiene poca sensibilidad, aunque debido a su vascularización es posible presentar sangrado en las 2 semanas siguientes a su realización, de ser así hay que comunicárselo al médico para que tome medidas oportunas ya que puede llegar a ser hemorrágico.
Durante las 4 semanas siguientes no es aconsejable mantener relaciones sexuales ni la actividad física intensa, ni el uso de tampones o cualquier actividad con la que se pueda provocar sangrado, y llevar un control periódico con el ginecólogo, evitando así que vuelva a aparecer y prevenir el riesgo asi del cáncer del cuello de útero.
