El Alzhéimer se detecta a partir de los 50 años y se suele dar más en mujeres que en hombres, aunque los investigadores aún no han descubierto el por qué de esto. Se apuntan a razones genéticas, por el gen apoE4 que es uno de los responsables en su desarrollo. Otra de las causas de la mayor incidencia del Alzhéimer en mujeres es la menopausia: el cuerpo se vuelve más débil con su llegada y cuenta con menos defensas ante los cambios y mutaciones de los genes. También la esperanza de vida de las mujeres, 4 años superior a la de los hombres, es una línea de investigación a seguir.
Esta enfermedad es una alteración degenerativa, debido a la pérdida de la sustancia química cerebral acetilcolina, por lo que se experimentan cambios en el cerebro, especialmente en las áreas del aprendizaje, la memoria y el pensamiento.
Tiene 3 fases, el leve donde la enfermedad pasa desapercibida, y simplemente se dan pequeños olvidos sin importancia que se dan como despistes, puede aparecer ciertos problemas de concentración, un poco de depresión, apatía, aislamiento y cambios de humor.
Durante su fase moderada el Alzhéimer ya es evidente, ya no solo se tiene problemas de memoria, también se ven afectadas la compresión y la capacidad de razonamiento, pudiendo llegar a perderse en sitios familiares y mostrarse apático, frio y deprimido.
En su último estado, el grave, pierde el habla, no reconoce a nadie, sufren desorientación continua, pudiendo llegar a olvidarse de andar y perder el control de los esfínteres, pasan horas inmóviles e inactivos, necesitan a alguien constantemente que les cuide, gritan, gritan o lloran sin motivo y no reaccionan cuando se les habla, acaban en estado vegetal y sufriendo problemas de alimentación.