La tecnología junto con los avances médicos están creando herramientas pensadas para llevar a cabo procedimientos complejos, como es el bisturí inteligente creado por un investigador mexicano e ingeniero en la universidad de Hannover, en Alemania y en la Universidad libre de Bruselas.
El bisturí está diseñado para que distinga tejido bueno del cancerígeno, mediante una especie de pelotilla de ping pong que está equipada con transductores que en 400 milisegundos es capaz de distinguir el tejido que está tocando.
Para ello la pelotilla que se encuentra en un extremo, mantiene una pequeña vibración contante que hace que vibre de distinto modo en un tejido sano, y con mucha más fuerza si se trata de tejido cancerígeno, informando al momento al cirujano sin necesidad de hacer biopsia.
Su desarrollo se ha llevado a cabo durante 6 años y surgió como búsqueda de algún material que hiciera de las cirugías cerebrales menos complejas.
De momento las primeras pruebas han alcanzado el 99% de eficacia y esperan poder probarlo a lo largo de este año en humanos.