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Corren tiempos difíciles en Brasil y a las duras crisis económica y política se les suman epidemias de sanidad pública de complicada solución. Además de la microcefalia relacionada con el virus Zika, que según el último informe ha afectado a 1.616 bebés desde 2015, la gripe H1N1, también conocida como influenza, se ha cobrado 1.003 muertes en lo que va de año, peores datos desde la pandemia de 2009, que mató a 2.060 brasileños.
De los 5.214 casos que fueron notificados con síndrome respiratoria aguda grave (SRAG), una quinta parte fallecieron. Otras 100 personas fallecieron por otros tipos de ‘influenza’, virus de origen porcino que se contagia mediante saliva de tos y estornudos, así como a través del contacto con objetos contaminados.
Los cambios climáticos en Brasil, así como el aumento de viajes internacionales, son dos de los factores que podrían haber avanzado la llegada de la enfermedad al país y de este modo incrementado su daño, siempre según el informe epidemiológico del Ministerio de Sanidad brasileño. Sao Paulo, estado más poblado de Brasil, concentra el mayor número de casos con 434 muertes, un 42,7% del total, mientras que 44 personas fallecieron por este motivo en la región de Rio, en cuya capital se celebrarán los Juegos dentro de un mes y una semana.
Por lo que respecta al virus Zika, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, el mismo Ministerio de Sanidad informó el pasado miércoles que ya se han confirmado 1.616 caso de microcefalia en bebés relacionados con la enfermedad desde que se iniciaron las investigaciones en octubre del pasado año. Los fetos cuyo padre o madre tengan o hayan tenido Zika recientemente pueden desarrollar microcefalia según varios estudios realizados. En total, fueron registradas 8.04 notificaciones de posibles casos, de los cuales se descartaron 3.416 y otros 3.007 están siendo estudiados.
Varios deportistas, entre ellos el jugador de baloncesto español Pau Gasol, han manifestado su preocupación por la enfermedad de cara a los Juegos. El golfista Rory Mcllroy renunció a la competición esta misma semana por miedo a contraer el virus, que por lo general es parecido a una gripe común y no presenta altos riesgos en el paciente.
