Los centros comerciales, las estaciones de autobús, de trenes, aeropuertos, terminales portuarias, las salas de ocios, polideportivos y todos los locales que superen los 2.500 M o que pasen una media de 500 personas al día y estén situados en Asturias van a estar obligador a instalar desfibriladores ya que su uso es crucial para la supervivencia de una persona que sufra una parada cardiorespiratoria.
La normativa que obliga a ello entro recientemente en fase informativa pública, obligando a que las empresas y entidades tanto públicas como privadas tengan que instalar al menos uno en sus centros, con ello se espere según la Sociedad Española de Cardiología que las personas que sufran un infarto en alguna de esas instalaciones tengan un 75% más de posibilidades de sobrevivir que si no son tratadas al momento con el desfibrilador, ya que el 85% de los infartos que se producen se debe a una fibrilación auricular que responde muy bien si se trata con rapidez.
Una vez que entre en vigor todos los centros comerciales que cuenten como mínimo con 2.500 m deberán tener un desfibrilador apto para su funcionamiento inmediato, también será obligado para los locales, e instalaciones que se desarrollen espectáculos públicos y actividades de ocio en un aforo superior a 750 personas, en instalaciones deportivas por donde pasen a diario más de 500 personas y las estaciones de avión, barco, tren y autobús situada en poblaciones con más de 50.000 habitantes o que superen el paso de 2.000 personas diarias.
Para su uso las entidades que están obligadas a instalarlo deberán formar también a los trabajadores para que sepan manejarlo obteniendo así una acreditación para cada uno de ellos que les acredita para manejarlo cuando fuera necesario y responsabilizarse de las revisiones que el aparato necesite y de su actualización e informar a la consejería de sanidad de su colocación de tal forma que el principado pueda elaborar un mapa de donde se encuentran los desfibriladores en cada localidad de manera detallada y en la región de Asturias de forma generalizada.
Antes de utilizarlo se deberá llamar al 112 para garantizar la asistencia médica efectiva y el uso adecuado del aparato hasta que llegue la ambulancia para encargarse de la persona afectada por el problema cardiaco.
Sanidad recuerda que «la parada cardíaca no esperada exige de una serie de actuaciones, conocidas como cadena de supervivencia, con el objetivo de recuperar la vida, tratando de evitar secuelas.
Las causas más frecuentes son la fibrilación y la taquicardia ventricular, que tienen como tratamiento o respuesta más adecuada la desfibrilación precoz mediante la aplicación de una descarga eléctrica».
Por ello es necesario dar este paso y adecuarse «al avance de los medios técnicos disponibles, así como a las recomendaciones de diferentes organismos internacionales»