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Discapzine se suma al día internacional de la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica, queriendo de este medio dar a conocer ambas enfermedades y mandar fuerza y apoyo a los afectados por ello.
La fibromialgia es una enfermedad reumatológica, que se caracteriza por presentar dolor generalizado continuo durante más de 3 meses, dándose más casos en mujeres que en hombres.
Entre sus síntomas se encuentran dificultad para dormir, rigidez acompañado de calambres en las piernas, sensación de hinchazón, agarrotamiento, contracturas musculares, temblores involuntarios, dolores de cabeza, reglas muy dolorosas, adormecimiento en manos y pies, dificultad de memoria y de concentración, dolor muscular crónico de más de 3 meses, afectando a distintas partes del cuerpo, fatiga, cansancio, con el mínimo esfuerzo y este no desaparece al descansar, problemas de sueño, deterioro cognitivo, ansiedad, depresión, problemas intestinales, esqueléticos, musculares, mareos, e hipertensión.
Su causa aunque no está muy clara, los investigadores señalan a una alteración en los neurotransmisores del sistema nervioso, además del factor genético.
Su diagnóstico se confirma debido a presentar dichos síntomas varios meses, y durante la exploración cuando se encuentra más de 18 puntos de dolor a presión, que están localizados en la pelvis, cuello, codo y rodilla
Su tratamiento está pensado en aliviar los síntomas, ya que como otras enfermedades no tienen cura, se compone de analgésicos, antiinflamatorios, antidepresivos y a veces anticonvulsionantes, con ello se intenta mejorar la fatiga, los dolores, la depresión, los espasmos musculares y los problemas de sueño, también es recomendable la realización de ejercicio físico de forma progresiva y bajo supervisión de un monitor, lo más recomendable es el aerobic, y sobre todos los ejercicios que se pueden hacer en la piscina o con hidroterapia, para acabar de completar un adecuado tratamiento es conveniente la aportación de terapias psicológicas que ayuden al paciente en su día a día, haciéndole que vuelva a ganar y a creerse que tiene autonomía propia, que de echo así es, con ello se consigue mejorar también los síntomas de depresión y la disminución del dolor.
Para ayudar a la persona con esta enfermedad procure recordarla que se tome la medicación necesaria, procurar que descanse, que su alimentación sea cuidada y sana, que practique ejercicio, respetar sus horas de sueño y hacer los cambios necesarios para que se sienta más cómoda en casa y en el lugar de trabajo, por lo demás puede llevar una vida normal.
El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) es una enfermedad del sistema nervioso central, se caracteriza por un cansancio extremo, que no desaparece con el descanso y empeora con la actividad física y mental, al igual que la Fibromialgia, enfermedad con la que tiene muchos puntos comunes y de echo suele ir de la mano en la mayoría de los diagnósticos, de ahí que se celebren el mismo día las dos, afecta más a las mujeres, y en algunos casos empieza a dar síntomas en una edad joven.
Para empezar a pensar en esta posibilidad, el malestar de cansancio debe de durar más de 6 meses consecutivos, que no ha mejorado con reposo ni está unido a ninguna causa que lo justifique, y cuando se ha hecho algún ejercicio el cansancio ha empeorado más durante 24-48 horas, es tan intenso que hay días que le incapacita en sus tareas.
Entre sus síntomas se encuentra el dolor generalizado, febrícula persistente que no llega a 38, pero el paciente se nota con sensación de fiebre, alteración de sueño, ansiedad, depresión, pérdida de memoria y de concentración, colon irritable o estreñimiento, problemas para entender números y conceptos matemáticos, inestabilidad motora, sufrir continuos episodios de cefaleas y faringitis, irritabilidad, dolor articular, se puede presentar pequeñas inflamaciones en los ganglios linfáticos o en las axilas.
Su causa aunque no está muy clara, se sospecha que es debido a una respuesta defectuosa del cuerpo en el sistema inmunitario, aunque también influye la genética, estrés, factores ambientales, y enfermedades previas.
Su diagnóstico suele hacerse mediante diversas pruebas que son para descartar otros problemas como infecciones, trastornos autoinmunes, farmacodepencia, drogas, problema de tiroides, enfermedades de corazón, Fibrosis múltiple y si se espera confirmar o sospechar de fibromialgia.
Su tratamiento se centra en terapia cognitiva conductual, alimentación saludable, medicamentos para aliviar el dolor, fiebre, ansiedad, depresión.
Para ayudar a estas personas hay que intentar que mantengan una vida social activa, animarles a practicar junto a ellos algún ejercicio suave como por ejemplo andar, siempre preguntando antes al médico que tipo de actividad seria la conveniente, ya que esta cambia según paciente, evitar que hagan demasiadas cosas en un mismo día, vigilar que toman un tiempo de descanso entre una y otra actividad, en el caso de tener que realizar una actividad que conlleve de golpe grandes esfuerzos ayudarles a hacerlo y dividirla en partes pequeñas con descanso, aprender y realizar técnicas relajantes y tomar el control al día reduciendo así el estrés.
