El surf, una tabla de salvación

Niños y mayores con traumas o discapacidades encuentran en este deporte una terapia mejor que los fármacos, según médicos franceses que han sido los primeros en comprobar los efectos beneficiosos de este deporte.

Médicos franceses han sido los primeros en comprobar los efectos beneficiosos que subirse a las olas tiene en el tratamiento de depresiones, ansiedad, diversas discapacidades y también dolores de espalda y articulares. En España los médicos aún no lo recetan, pero cada vez más personas -tanto niños como adultos- han descubierto por ellas mismas que el surf es mucho más que un deporte y les ha ayudado a superar sus problemas. Algunos de ellos y monitores de escuelas gallegas cuentan qué hace al surf ser diferente de otros deportes acuáticos.

Nada de medicamentos. En Francia no es extraño que los médicos receten deporte para sanar a sus enfermos. Y dentro de los deportes, el surf toma cada día más fuerza. Biarritz lanzó un programa piloto hace un año, aprovechando su privilegiada costa y, tras seis meses de implantación en 135 pacientes, un 80% ha integrado la receta en su modo de vida.

Los problemas de salud más comunes entre los participantes eran sobrepeso, diabetes, hipertensión y dolores en la espalda, además de depresión y ansiedad. Aunque también tratan a niños con espectro autista y diversas discapacidades.

El Galicia, los médicos aún no recetan de una forma exclusiva el deporte, ni se han unido a la «surfterapia». Sin embargo, muchas personas con problemas han llegado a él de la mano de aficionados o profesionales o, incluso, de pura casualidad, y buena parte de ellos han sentido sus efectos beneficiosos.

Pero, ¿Qué tiene el surf diferente de otros deportes para convertirse en «deporte sanador»? «La diferencia es la comunión que hay entre el individuo, el mar y la superación de los límites establecidos», explica Luis José Pena Mata, gerente de Point Break Patos.

«Es un deporte muy sacrificado, requiere mucho esfuerzo y tiempo, lo que hace que la satisfacción que recibes al conseguirlo sea mucho mayor. El surf no solo es ponerse de pie en una tabla, como muchos piensan, sino el superarse a uno mismo, ya que eres tú, las olas y el mar, no existe nada más; desaparece la noción del tiempo, no hay problemas, no hay nada mas que olas», describe el monitor que, a pesar de comenzar tarde con esta pasión -a los 23 años y tiene 45- «mi vida cambió completamente y quiero devolverle al surf todo lo que me ha dado».

Esta escuela ha trabajado en varias ocasiones con personas con discapacidad psíquica y diversos síndromes. «Es muy gratificante ver cómo disfrutan sólo con sentir el golpe de las olas sobre sus cuerpos y al verse deslizar sobre las olas, aunque se acostados sobre una tabla de surf y, sobre todo, al sentirse como un surfista más, independientemente de las limitaciones de cada uno», asegura Pena.

Derick Rey, de la Escuela Prado Surf, por su parte, asegura que «el surf es un deporte que requiere mucha concentración, por lo que te ayuda mucho a evadirte de los problemas y, además, es muy adictivo, por lo que es comprensible que niños con problemas encuentren en él una tabla de salvación», destaca.