La leche de almendra puede ayudar a una dieta sana, siempre y cuando se tome también leche normal y otros lácteos, pero esta se desaconseja por completo en la nutrición de los niños, y especialmente de los bebes.
Recientemente esta bebida ha hecho saltar las alarmas, debido a que se ha detectado en Valencia, un caso de escorbuto, enfermedad provocada por la falta de vitamina C, a un bebe que desde los 2 meses se alimentaba solo de este preparado lácteo, por consejo de un medico, que le trataba una pequeña inflamación de la piel.
Los problemas empezaron a los 6 meses, cuando le empezaban a dar papillas y purés de verdura y frutas, pero el pequeño los rechazaba, no quería comer nada, por lo que siguió siendo alimentado solamente de leche de almendra, que incluía leche, harina de almendra, sésamo, malta de arroz integral, y de vez en cuando se apoyaban en diferentes prebióticos infantiles.
A los 11 meses, vieron que el niño se encontraba muy cansado, estaba irritable y muy fácilmente lloraba, había dejado de crecer y se negaba a ponerse de pie, y a apoyar las piernas en alguna superficie, incluso lloraba fuerte cuando un adulto intentaba ponerle de pie o le movía las piernas.
Por lo que fue llevado al hospital, y tras varias pruebas y analíticas, se rebeló que tenía niveles muy bajos de zinc, de vitamina C, D, la hormona de la tiroides, y en las radiografías, se mostraba fracturas en las piernas, espalda y una perdida general de la masa ósea.
Tras romper la alimentación con leche de almendra, y empezar a alimentarle con lácteos, cereales. Carne, fruta, verdura y suplementos vitamínicos C y D, ya en un mes se habían normalizado todos los niveles y a los 2 meses ya empezó a andar.
Tantos los expertos en alimentación infantil, como los investigadores, recomiendan e insisten en que los bebes deben consumo 50 -60 miligramos de vitamina C, que estarían 11 miligramos en 240 de leche materna, o de 10 a 30 miligramos en cada 100 de leche preparada para biberón, en el caso de que la madre no le pueda dar el pecho, y es muy importante tener claro, que los pequeños durante mínimo los primeros 6 meses, solo se puede alimentar de lactancia materna y posteriormente irle introduciendo las verduras y frutas, con ayuda y consejos de su pediatra.