José Ignacio Rodríguez García cirujano del hospital de Cabueñes, ha cruzado las puertas entre el hospital y la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) y le comento a su profesor José Manuel Sierra la necesidad que veía él de diseñar un dispositivo para mejorar la cirugía del cáncer de recto en fase inicial.
Por lo que Sierra docente de Ingeniería Mecánica y su becario Pablo Suarez empezaron a trabajar en un diseño, al que le otorgaron el segundo premio de ingeniería en positivo en la categoría de bioingeniería que organizo la Universidad, la Fundación universidad, el grupo Sistemas Biomecánicas y las empresas Flúor, MBA, y el Centro Europeo e Innovación (CEEI).
La cirugía actual para el tumor recta, consiste en el inyectar varas veces CO2 en el recto para lograr un balón interno distendido, con el fin de que el médico vea la visera a corta con facilidad, pero esta técnica produce hemorragia, por lo que a menudo la visión del cirujano se nubla, por lo que tienen que aspirar el humo y sangre, haciendo que las paredes se contraigan y caigan a su forma natural, por lo que hay que inyectar de nuevo CO2 y así varias veces, hasta poder finalizar la operación, haciéndose en ocasiones un proceso de larga duración y del cual el paciente necesita tiempo de recuperación y hospitalización, ya que se hace con anestesia general .
Mientras que la técnica premiada que estudiaron José Ignacio, José Manuel y Pablo Suarez, consiste en una técnica menos invasiva mediante medios mecánicos que permiten obtener una imagen limpia y sin que la pared rectal colapse.
Se trataría de un diseño instrumental de 5 varillas que se introduce recogido y una vez dentro del rector con un solo giro se abriría de forma sincronizada cada varilla, consiguiendo así minimizar al máximo el daño para el paciente, se podría hacer con anestesia local consiguiendo así una recuperación mucho más rápida y acortando muchísimo el tiempo de la cirugía
También se ahorraría en instrumental, ya que el dispositivo en si es de bajo coste, y se puede fabricar con cualquier maquina básica de taller, pudiendo hacer también con ello biopsias de los ganglios linfáticos de la zona inferior del recto.
El diseño se patento en junio del 2015, y está pendiente de comercialización.
Por otro lado Nicolás Corujo becario al igual que Pablo, fue premiado por su proyecto con característica de innovación empresarial, donde él expuso cual era la posición ideal para que la prótesis de cadera encajara con el fémur de manera natural, mediante una metodología que permite estudiar su comportamiento y dar una visión en 3D, permitiendo al cirujano visualizar antes de la operación la variación tensionar de la prótesis, previniendo daños y diseñar así mejor la prótesis,
La idea le fue publicada en una revista con factor impacto y presentado en un congreso de expresión gráfica celebrado en San Sebastián.