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La última encuesta del CIS muestra que un 51,9% de la población opina que el sistema sanitario público en España funciona «poco o nada bien». Impresión que parece estar avalada por los números: España ha pasado de tener un 75,1% de gasto sanitario público en 2010 -ya en ese momento uno de los menores de la UE- al 69,8% en 2014, según el informe Sistemas de Cuentas de Salud 2014, que elabora el Ministerio de Sanidad desde 2005.
Para la Federación de Asociaciones para la defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), este dato refleja «el estado de recortes, deterioro, desmantelamiento y privatización a que ha sido sometida la Sanidad Pública por parte, tanto del Gobierno central, como de los gobiernos autonómicos del Partido Popular, que han logrado que pasemos de un excelente sistema sanitario, referencia a nivel internacional, a uno mediocre y en situación crítica».
Lo llamativo en este documento no es sólo que se haya invertido menos en sanidad en estos años de crisis, decisión errónea y cuyas repercusiones reales se verán más a largo plazo, pero en la línea de los recortes que se han efectuado en otros sectores. Lo curioso es que mientras el gasto total del sistema sanitario español, concretamente en el sector público, ha disminuido, en el sector privado ha crecido.
Así, en 2010 el gasto total del sistema sanitario ascendió a 99.899 millones de euros -74.987 del sector público y 24.912 del sector privado-, y en 2014 el gasto fue de 95.722 millones -66.826 del sector público y 28.895 del privado-. En términos porcentuales, en el periodo 2010-2014 el crecimiento del gasto sanitario total fue de un -1,1%; en el sector público la tasa también fue negativa, un -2,8%; mientras que en el privado creció de media un 3,8% anual.
Si se observa la variación interanual en este periodo de 2010 a 2014, cada año se ha repetido la misma operación: se ha incrementado el gasto sanitario privado y se ha recortado el público, a excepción de 2014 donde se ha aumentado en ambas, aunque con notable diferencia: en el ejercicio 2010/2011, -2,3% (sector público) y 4,1% (sector privado); en 2011/2012, -5,5% (público) y 4% (privado); en 2012/2013, -3,9% (público) y 1,4% (privado); y en 2013/2014, un 0,5% en el público frente a un 5,7% en el privado.
A este respecto la Fadsp recuerda que «el gasto privado genera desigualdades en el acceso a la atención sanitaria» y que el 4% de la población, según el último Barómetro Sanitario, no accede a los medicamentos prescritos por motivos económicos, sin que el Ministerio de Sanidad haya hecho el menor esfuerzo en identificar los problemas de salud que ello supone».
