La fundación Mia o que hago nació en Córdoba de la mano de los padres de Merceditas, una niña con problemas de desarrollo, con la idea de poder ayudar así tanto económicamente como materialmente a las familias que tuvieran un problema similar , y en Asturias se puso en marcha a finales del año pasado cuando Olaya y Ángel tuvieron a Lola y Esther y Rodrigo fueron padres de Daniel, ambos niños a punto de cumplir 4 años y desde los 4 meses dando señales de que algo en su desarrollo estaba pasando, aunque la alerta salto definitivamente cuando dejaron de comer, y sus avances empezaron a ir más despacio, por lo que después de pasar por numerosos médicos comprobaron que los que sus hijos parecían era un problema de desarrollo derivada de una diversidad funcional que como consecuencia tiene un ritmo de aprendizaje algo más lento, y deberían llevar gafas casi desde bebes.
Con este panorama ambas familias, que las madres ya eran amigas, se pusieron en contacto con la asociación de Córdoba para que les guiase de alguna forma en esta nueva etapa y especialmente enterarse de cómo podía montar la asociación en Asturias, que se creó a finales de 2015.
Las gafas en estos niños es algo muy normal, y como bien dice Esther madre de Daniel “Una situación así te abre los ojos y disfrutas de la vida mucho más; un minuto o una palabra de tu hijo lo disfrutas intensamente a la vez que aprender como madre que cada niño tiene un desarrollo distinto y que no hay que comparar al tuyo con el de al lado” a la vez que también aprende a hacer oídos sordos a ciertos comentarios tipo “no es pequeño para usar gafas, que raro que todavía no haga tal acción o huy parece más pequeño, ¿seguro que el niño está bien?.
Mientras que Olaya madre de Lola afirma “estamos en tierra de nadie, sabemos que nuestros hijos sufren una alteración genética que es delatada por tener unos rasgos físicos diferente de otros niños, por lo que no se sabe bien cómo será su evolución física e intelectual es una incertidumbre”
Además reivindican que existen pocas asociaciones que ayude a la diversidad funcional sin más, sabiendo lo grande que es este término ya que aborda múltiples problemas, los cuales para tratarlo se necesita bastante dinero ya que para empezar necesitan de un colegio especial el cual cuesta 1.000€ al mes que son donados por la asociación para que puedan acudir a él Lucia y David que van al centro de Latores, le siguen las terapias de logopeda que necesitan un mínimo de 2 a la semana al igual que otras 2 de terapia ocupacional, mas fisioterapia que aunque a veces esto lo cubra la seguridad social necesitas casi pelear varios meses con ellos para que reconozcan que ello ayudaría al desarrollo del niño y que efectivamente tiene un problema, aparte de varias consultas médicas más tratamientos especiales que no cubre la seguridad social, por lo que poder y saber sacar adelante a estos niños es todo un logro y motivo de orgullo para todas las familias que pasan por lo mismo
Desde la asociación animan a que todos los padres que se encuentren en su misma situación acudan a ellos en busca de información, ayuda o lo que necesiten, que les recibirán encantados, y además tienen a la venta unas pulseras con el símbolo de las gafas con las que recaudan fondos para poder ofrecer ayuda a todos aquellos que certifiquen la diversidad funcional de sus hijos.
Para más información http://fundacionmiaoquehago.org