Negligencia medica en Peru

Shirley Meléndez vive en Perú, tiene 25 años es administrativa y en sus ratos libres animadora de fiestas infantiles, y recientemente su historia no deja indiferente a nadie que la conozca, todo empezó en enero de este año cuando se empezó a encontrar mal por lo que ingreso en el hospital Guillermo Almenaras de Lima, donde la diagnosticaron una infección de orina que acabo siendo cálculos renales en el riñón izquierdo,  de los cuales se recuperó sin problemas.

Pero a los pocos meses recayó aunque esta vez los cálculos eran en el riñón derecho, pero esta vez con una sola operación no fue suficiente ya que no se lo sacaron por completo, teniendo que volver a someterse a otra intervención esta vez programada, pero con otro equipo médico ya que quien le había tratado estaba de vacaciones y la aseguro que le había dejado limpio el riñón, pero no fue así.

Pero esta 3º operación no salió bien, para empezar se realizó en una habitación en vez de en un quirófano ya que según los médicos no había ningún riesgo pues solo se trataba de colocar un catéter que aliviase el dolor de Shirley, operación que se llevó a cabo también sin anestesia, por lo que la chica colapso de dolor por lo que tuvo que ser inducida a coma durante 9 días en los cuales no la bajaba la fiebre, además sin dar ninguna explicación los médicos decidieron vendarla durante ese tiempo las manos y los pies, más tarde se supo que esa acción se realizó debido a que en la “intervención del catéter” la ataco una bacteria que dio como resultado que a finales de marzo la amputasen ambas extremidades ya que estaban necrosadas debido a que la infección no se trató como se debía al igual que el vendaje tampoco fue el adecuado.

A pesar de lo sucedido Shirley no guarda rencor al equipo que la trato ni al hospital, solo espera que pueda obtener las prótesis que necesitan, mientras su familia piden que se haga justicia y una investigación trasparente de que sucedió en todo momento en el caso de su hija, pues están convencidos de que hubo numerosas negligencias en su tratamiento, y estas no son para dejarlas pasar ya que muchas personas precisamente por errores médicos falleces y las que pueden contarlo en numerosas ocasiones no cuentan con las pruebas suficientes como para llevarlo a juicio y ganar el caso, aunque en su caso esperan que con la imagen de la chica en silla de ruedas sin extremidades sea más que suficiente, aparte de un informe donde confirma que después de todo lo sucedió el cálculo renal no se extirpo por lo que deberá someterse a una 4º operación.