Perros guias y sus labores

Que La fundación Once hace una gran labor con los perros guías para las personas ciegas no es ninguna novedad, pero si te digo que en otros países como Inglaterra, Bélgica y Francia están empezando a dar este recurso a las personas con otros tipos de discapacidad que poco tienen que ver con la visual, pero si con la diversidad funcional como puede ser la esclerosis múltiple, con los que se está comprobando  que estos pacientes mejorar su autonomía e independencia si tienen a un perro guía que les ayude en su vida cotidiana, aunque este caso se llaman perro de asistencia pero cuentan con los mismos derechos que si fuesen de una persona ciega, por lo que deberán entrar en todos los lugares públicos como privados que entre su dueño, a la vez que todas las personas deben de saber de su existencia, y labor.

Por lo que se ha creado una institución internacionalmente que regula todo lo necesario para el bienestar del perro y que su dueño sepa donde le debe entrenar, en que ubicaciones le es más fácil y difícil adaptarse, al igual que a este le enseñan cómo le debe educar, entrenar y que se puede encontrar sobre la educación establecida moralmente a la población sobre estos animales, ya que muchas personas debido al desconocimiento le niegan la entrada en las tiendas dándose situaciones amargas para las personas con diversidad funcional, con lo que se recomienda tener al perro siempre identificado y llevar encima su documentación que le identifica como perro guía o de asistencia, y como tal se deberá cumplir con los requisitos solicitados por la ley, aunque esta varía entre comunidades, como ejemplo del reconocimiento de estos perros en los espacios públicos Madrid lo aprobó en 2015, mientras que Galicia, Valencia, Andalucía, el País Vasco lo aprobaron hace años, e Incluso en Asturias permiten su entrada en todo tipo de comercios e incluso en algunos hoteles.

Aunque hay que tener claro que hay distintos perros según la necesidad de la persona, con lo que a la hora de solicitar uno hay que saber muy bien qué problema se tiene y cuál es el más adecuado para ayudar a la persona, ya que hay que aprender a distinguir entre:

Perro de asistencia donde se incluyen los guías ya que su labor es de ayudar a la persona normalmente invidente visualmente a salvar obstáculos, barreras arquitectónicas y cruzar la calle sin peligro.

Perro de señal pensado para las personas sordas ya que su labor es de avisar del ruido del timbre de la puerta, del horno, el llanto de un bebe, o el aviso de una alarma mediante diferentes posturas.

Perros de alerta medica son aquellos que detectan con bastante antelación que se va a sufrir un ataque de epilepsia diabetes, autismo o cualquier enfermedad que curse de forma repentina, mediante una alarma o despertador que acercan a la persona afectada en forma de aviso, o bien acercando la medicación necesaria al familiar que este con el paciente o mediante una forma de ladrido fuerte que incluye un pequeño llanto.

Perros de servicio pensados para las personas con dificultad motora que se mueven en silla de ruedas, con bastones o muletas, ya que están pensados para ayudar a la autonomía e independencia del paciente, por lo que recogen objetos del suelo, le llevan lo que necesiten para realizar una tarea como es el teléfono, o su medicación si estos no lo pueden coger, e incluso pueden llegar a ayudarles a vestirles o desvestirles o pulsar un botón que active la alarma de urgencia en el caso de ser necesario o llamar a otras personas para avisar de que se ha sufrido un incidente y se necesita de otro tipo de intervención.

Por lo que si se está pensando ya sea en entrenar o en pedir un perro para uno de estos apoyos hay que tener muy claro para que tipo de perro se quiere crear y para qué acciones se necesita.

Recientemente también se ha empezado con la formación de perros para la Esclerosis Múltiple ya que esta enfermedad cuenta con muchas facetas abiertas y momentos que hacen depender a la persona de otra más, para ellos se necesita un animal que haya sido entrenado abiertamente, es decir que sepa hacer el trabajo de los diferentes modelos que hay, ya que estos pacientes algunos necesitan de silla de ruedas, otros de scooter eléctrico, algunos de momento con muletas o bastones se mueven bien, o simplemente cuentan con movilidad reducida en el tronco, o en los brazos, en las piernas, porque según la persona hay que darle uno o otro tipo de perro, o el mismo actuar de diferente maneras según el día que tenga el paciente con la enfermedad .

Precisamente para poder dar el perro de asistencia adecuado se le realiza primero un test de temperamento y aptitud al animal, junto a un programa de salud e higiene, que se estudia junto a la ficha de la persona donde están  sus caracterices físicas, estilo de vida, problema y relación con la familia, y una vez estudiado por diversos expertos es cuando se decide que perro va a cada persona, que esto puede tardar entre 8 a 18 meses.

Aunque para lograr llegar a ayudar a alguien antes ha debido de pasar un perfecto adiestramiento que le haya hecho ser un perro perfectamente educado, cumpliendo así las bases mínimas que la Federación de Asociantes de Perros de Asistencia (ADI) ha establecido mediante el visto bueno de la Fundación internacional Canadd que se basa en:

“Un Perro de Asistencia debe presentarse en público debidamente limpio y arreglado y sin olor desagradable, tampoco hará sus necesidades en lugares inapropiados, aprenderá a hacerlo a la orden del usuario, en el lugar en el que se le ha enseñado (hierba, rejillas, fuera de la acera, etc.).

No solicitará la atención de la gente en lugares públicos, ni interrumpirá los quehaceres de las personas de alrededor. Tampoco ladrará sin necesidad, ni gruñirá, ni presentará ninguna agresividad contra otros animales o personas.

Nunca pedirá comida u objetos a personas en público.

Aprenderá a mantenerse tranquilo en el lugar en el que le indique el usuario, debajo de la mesa, bajo la silla de ruedas o en otros lugares donde no bloquee el paso de personas y del propio usuario.

Deberá saber llevar a cabo las órdenes en público y en diversas situaciones, y estará habituado al arnés, la correa u otro sistema de control.

Y por último sabrá realizar 5 habilidades mínimas diseñadas para ayudar a las personas”

Una  vez que este llega a casa hay que tener claro que la familia al completo participara en esta nueva aventura y que el perro no se trata de un capricho de la persona con el problema, ni tampoco es un simple animar de compañía, ni se debe percibir como una carga extra su cuidado, por ello hay que pensarlo muy bien antes de dar este paso al igual que hay que tener en cuenta si se cuenta con recursos económicos para mantenerlo (20.000€), aunque las entidades encargada de estos programas normalmente también son las que ayudan o pasan completamente el mantenimiento del perro, o si se cuenta con otras opciones donde dejarle en caso de hospitalización del enfermo, si la casa esta adecuada para él, si se pueden poner en los pomos de las puertas colgadores de bolas o de pelotas con el cual el perro pueda abrir o cerrarlas de forma fácil, si se puede hacer la pequeña obra eléctrica de bajar los interruptores de la luz y del timbre a una altura que él llegue a tocar si fuera necesario.

Aunque lo más importante a valorar es el actual estado del paciente, conocer cómo puede avanzar la enfermedad y valorar lo que este tipo de perros ofrecen y según esa bascula tomar una decisión teniendo en cuenta las recomendaciones dadas anteriormente, también habrá que saber que el perro es principalmente suyo por lo que este deberá de ser quien lo guie y lo entrene específicamente más a fondo según sus necesidades, ya que la intención es mejorar su independencia y así los familiares pueden relajarse y ganar en tranquilidad cuando no estén a su alrededor.

En el caso específico de la Esclerosis Múltiple esta ayuda será en las tareas de casa como sacar o meter la ropa en la lavadora, recoger objetos del suelo y colocarlos en su lugar, ayudarles a vestirles o desvestirles, abrirles cajones o puertas para coger la medicación, o acércales el agua, actividades tan cotidianas para todos, pero que a estas personas se les puede hacer muy complicado.

También hay que saber que contar con un perro de estas características puede ayudar a mejorar la atención y concentración de toda la familia, en especial lógicamente del enfermo mediante los ejercicios diarios con el perro, los cuales de alguna forma obliga a la persona a coger un ritmo de trabajo que a su vez le mejora la percepción sensitiva mientras se trabaja la comunicación no verbal, consiguiendo también una mejora del trastornos del sueño en caso de que existan, aumenta el tono muscular rebajando los dolores de este tipo, mejora notablemente el estado emocional y la capacidad de autotranquilizarse.

Al igual  que en la calle ayuda a  pone en evidencia las barreras existentes para la integración social, hace visible las barreras arquitectónicas, e incluso puede facilitar el interés social sobre la enfermedad y con ello estimular una investigación en profundidad sobre ella.