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Para ello, es preciso disponer de herramientas, comenzando por una tarjeta sanitaria individual que permita su lectura y comprobación en todo el territorio del Estado. Este es un mandato legal todavía pendiente de ejecución.
Otra pieza clave es la historia clínica electrónica, que ha de acompañarse de un sistema que posibilite el acceso por cualquier centro asistencial en España; lo que permitiría un mayor nivel de seguridad en la atención y evitaría la innecesaria reiteración de exploraciones y procedimientos.
En la misma línea la institución del Defensor del Pueblo ha reclamado el diseño de unaaplicación informática de uso general en todo el SNS accesible a través de un sistema fácil (móviles, pulseras, etc.) que facilite el acceso por cualquiera de los Servicios de Salud, especialmente en situaciones de urgencia, a datos contrastados de la historia clínica. Esta iniciativa tendría especial interés en el caso de personas en situaciones vulnerables.
También la interoperatividad de la receta electrónica (RE) resulta fundamental para que los ciudadanos puedan acceder sin problemas a los tratamientos y medicamentos que precisen en un contexto de cada vez mayor movilidad territorial especialmente en el caso de personas mayores con padecimientos crónicos.
Los ciudadanos no comprenden bien que en el actual estado de desarrollo de las TIC el avance de la interoperatividad resulte tan lento. Es, pues, necesario que el sistema nacional de información sanitaria permita aquello que los ciudadanos sienten como un derecho: recibir una atención homogénea y normalizada en el conjunto del territorio nacional.
