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Desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) avisan que hay más de 48 niños esperando un trasplante de órganos en España, siendo 23 de ellos necesitados de un trasplante hepático, y 5 de este colectivo además necesitan otro órgano, los siguientes en la lista son los 14 pequeños que esperan un riñón, mientas que 8 necesitan un corazón y 3 un pulmón.
Aunque España tiene unas cifras altas en trasplantes, alcanzando el año pasado los 4.769 trasplantes con una media de 13 intervenciones al día, precisamente por ello no hay que olvidarse de los pacientes pediátricos, quienes se encuentran a la cabeza, especialmente en los trasplantes renales, ya que se suelen intervenir de media a 50 niños, y su organismo suele rechazar normalmente el 1º riñón trasplantado.
En el caso de los hepáticos, la media se situar en 60 pacientes, que según Matesanz, director de la ONT, es dar 3 veces la vuelta a la lista de espera, que suele ser de 20 menores con una espera de 4 a 5 meses para ser operados, esperan el mismo tiempo que los adultos para cualquier operación, aunque a veces esta lista no es tan larga ya que encuentra un donante cercano compatible, como puede ser uno de los padres o un familiar joven que entonces bastaría con donarle un fragmento hepático al menor.
Mientras que en el caso de los trasplantes de corazón o pulmón, se suele realizar unos 25 anuales, cuando la lista de espera de 8 niños, que suele ser lo normal, en el tema del corazón debe de haber una correspondencia de tamaño con del receptor, y en el de pulmón suele ser más complicado encontrar donantes y suele ser una operación muy compleja.
El más complicado de todos, prosigue el director de la ONT, es el multiorgánico, son intervenciones que sólo realiza el hospital madrileño de La Paz y «tienen que ser completamente a la medida», según los datos se prevé que 5 niños de estos casos necesitaran un estomago, intestino, páncreas e incluso el riñón. Por lo que «encontrar el donante es casi como encontrar una aguja en un pajar, aún así el año pasado realizamos nueve y en lo que va de año hemos hecho tres», resalta Matesanz.
En general, prosigue el experto, la supervivencia de los pacientes pediátricos tras recibir el trasplante de un órgano «suele ser bastante superior a la de los adultos porque su organismo lo acepta bastante bien.
