Charla de Accu Asturias en Noreña

El domingo 24 de Abril, la Asociación ACCU Asturias llevo a cabo una charla en Noreña,  para presentar el libro  “Guía de alimentación en la enfermedad inflamatoria intestinal (EII)”, de la mano de su autora Deva Camino Monteserin Fernández.

Su autora desde el primer momento quiso hacer hincapié en que la alimentación debe de ser completa, aportando las suficientes calorías, vitaminas, minerales y adaptada a cada persona según su constitución o enfermedad como es el caso que se trata en el libro, la EII,  donde hay que evitar los alimentos que irritan a la mucosa intestinal y con ello favoreciendo su inflamación, por ejemplo el café, alcohol, al igual que aquellos alimentos que contengan ingredientes integrales o bien debido a su forma de cocinado empeoran la sintomatología.

Para una persona con esta enfermedad, la alimentación es un tema complicado, pero a la vez muy importante, para ello es esencial ayudarles a que se quiten el miedo a aquellos alimentos que una vez les ha podido sentar mal, darles tiempo al comer, respetar sus horarios de comida, repartir la comida adecuadamente en 4 o 5 tomas, y cocinar cada alimento como se deba, para que el cuerpo absorba todos

los nutrientes necesarios, como la grasas que se encuentra en el aceite virgen extra,  el omega 3, los gracidos complejos del arroz, y las patatas, las proteínas del pescado, huevos , la fibra de la fruta y los vegetales, al igual que las vitaminas, minerales y antioxidantes que ayudan a la protección del cuerpo.

 

Normalmente debido a los brotes, es muy común que el paciente presente algún déficit de calcio, hierro, Vitamina B12, C,D,B9, potasio y magnesio, por ello para evitar la apariencia de los ataques de la enfermedad y sus consecuencias, es importante tomar las siguientes precauciones: No tomar picante, ni alimentos rebozados y fritos con exceso de aceite, bebidas con cafeína y de gas, el café, cacao, pimentón, sulfito (Ingrediente de la alimentación preparada) al igual que hay que controlar la administración de antiinflamatorios, tener cuidado con las legumbres que se hayan hecho de forma rápida, sin cocinarse adecuadamente, los quesos grasos, la coliflor, el azúcar y sinónimos de este y las grasas transgénicas, ya que todos ellos favorecen a la irritación del intestino, provocándole irritación y con ello ampliando las posibilidades de sufrir un brote debido a una indigestión.

Una vez que se padece el brote, durante ese periodo de tiempo es recomendable llevar una dieta blanda, de fácil digestión, basada en arroz blanco cocido, pescado blanco, caldos, infusiones, lo poco que se coma que este hecho cocido o como mucho en papillote, tortilla francesa, y evitar las verduras, legumbres, lácteos, azucares, aceites, grasas, según se vaya el paciente empezando a encontrar mejor se puede introducir de forma lenta los huevos cocidos, alimentación asada o al microondas, carne muy picada, y de forma muy cuidadosa la lactosa, purés, manzana rallada, pescados azules no grasos, regaliz, anís y suplementos prebióticos.

INTELIGENCIA INTESTINAL

Seguidamente le paso el turno a su compañero el Dr. Cristóbal Fraga González quien habló de la inteligencia intestinal.

Empezó su intervención comparando nuestra alimentación con la que le damos a nuestras mascotas, a los cuales se les cuida mejor su alimentación a pesar de su coste, pero sin embargo a «las propias mascotas» de cada persona, que son las bacterias que se encuentran en el tubo digestivo  no le damos vital importancia que tienen, cuando precisamente son ellas las encargadas de hacértelo pasar muy mal y más si se tiene de antemano EII, o por el contrario que ni te enteres de su presencia.

Hay que ser consciente de que muchas veces el estado anímico depende de la alimentación, y de cómo cuides a «tus mascotas», aparte de la realización de ejercicio físico, y controlar el estrés, ya que el inicio de un brote de esta enfermedad empieza por una mala alimentación, seguido de estrés.

Por ello, hay que concienciarse de que los microbios que se encuentran en el tubo digestivo son el conjunto de genes que contiene las bacterias y que son más de 2 millones , aunque se van modificando a lo largo de la vida ya que los prebióticos van sumando mientras que los antibióticos que se toman los mata.

Según los últimos estudios, se está haciendo patente que lo que comemos no favorece el aumento del número de especies de bacterias que en nuestros tubos digestivos y que no deja de disminuir. Mientras la dieta occidental aporta al tubo digestivo unas 1.200 especies de bacterias y en las dieta indígena se encuentran más de 1,600 especies de bacteria.

Cuando más microbios se encuentre en el aparato digestivo, mejor funciona, aunque para ello a veces es necesario ayudarles mediante  complementos macrobióticos, aunque lo esencial es que no haya fugas de por medio, pero se sabe que estas existen y son varias, produciendo que la alimentación mejore o empeore y con ello aparezca la colitis ulcerosa, enfermedad de crohn.

También hay que tener claro que para que todo funcione, la serotonina debe producirse adecuadamente, y esta se crea en el intestino y el deficit en su generación nos afecta en el día a día, al igual que otras sustancias químicas vitales para nuestro cuerpo que varían según la alimentación y es un factor importante a la hora de predecir infartos o accidentes cerebrovasculares…

Ello lleva a pensar, y los investigadores lo han confirmado, que en el tubo digestivo se encuentran unas fibras nerviosas y que cuentan con tantas o más neuronas que el cerebro, y que muchas de las sustancias que se forman tienen valorinmunológico y hacen frente a agentes externos dañinos.

PREMIO ACCU ASTURIAS 2016

A continuación de ambas charla se procedió a entrega del Premio ACCU Asturias 2016 a los psicólogos: D. Luis Fernández de Paz y Dª Carmen Pantiga Alonso, por su trabajo llevado a cabo Luis 17 años, y Carmen 12 años, en la asociación, siempre ayudando a quienes padecen la enfermedad y también a sus familias.